Dentro de este bloque, las películas más características son: El gabinete del Doctor Caligari, 1919, dirigida por Robert Weine, Nosferatu, de 1922 y Fausto de 1926, dirigidas por Murnau.
Analizaremos este modelo partiendo de la película dirigida por Robert Weine.
Este modelo se caracteriza por el uso de metáforas, todo lo que aparece en la película tiene un significado, por ello es necesario establecer un orden dentro de la escena. A menudo se utilizan planos generales porque aportan la lentitud necesaria para poder observar el ambiente, el mal estado que derrochan cada una de sus escenas, estado por el cual pasaba la sociedad alemana durante la República de Weimar.
En esta película se utiliza un uso más primitivo del cine, con telones artificiales pintados por artistas expresionistas de la época, con una menor importancia en la continuidad, ya que el cambio de plano se produce con el cambio de lugar no como recurso para explicar algo mediante el lenguaje cinematográfico.
Se denomina hermético porque son planos cerrados en los cuales el ojo es guiado para hacer un determinado recorrido visual. Para ello se ayuda de los decorados y la iluminación, la cual es antinaturalista e injustificada para meternos de lleno en el plano y centrar nuestra atención. Por lo tanto existe un trabajo absoluto de la intención de la imagen.
Se podría decir que la principal diferencia entre el expresionismo y el modelo representativo institucional más conocido como cine clásico, es que en éste un plano conduce a otro, hay continuidad y no son independientes mientras que en el primero los planos son autárquicos, no conducen a otros sino que se establece una especie de espiral en el mismo plano que guia al ojo y te obliga a adentrarte mediante recursos ya explicados como la iluminación o los decorados.
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